¡NUNCA
TE DETENGAS!
Estas letras tienen la intención de compartir
con ustedes algo que seguramente ya saben. El 19 del presente mes fuimos con
Oscar al ex Congreso nacional,
atendiendo a una invitación cursada por la Comisión Familia y Adulto
Mayor. Esperamos hasta que salió la Señorita Secretaria
ejecutiva de la comisión y nos avisó que la sesión quedaba suspendida por inasistencia de todos los señores
diputados. Me dediqué a mirar la
reacción de nosotros: desconcierto, incredulidad, decepción, tal vez todo eso junto y más. Vino a mi
pensamiento esa nube gris compuesta de
exclusión, discriminación, incertidumbre, inseguridad, vulnerabilidad y abandono.
He leído hermosos propósitos acerca de las
políticas públicas que el Estado, desde hace varios años, desea implementar
para sus mayores, pero me pregunto será suficiente un cuerpo legal que nos
ampare si ni las autoridades políticas que elegimos
para que cuiden de nuestros intereses y de los de toda la sociedad no van a
trabajar y aún hoy día no tenemos ninguna explicación. Fue abiertamente una
falta de respeto. Se comprende que algunos pueden haber tenido un
inconveniente, pero faltaron todos. Queda claro que en las prioridades del
quehacer de la comisión no estamos bien ubicados. ¿será cierto que cada pueblo
tiene las autoridades que se merece?. Lo pregunto porque fácilmente olvidamos
las faltas que cometen las autoridades y
nosotros merecemos representantes trabajadores, respetuosos, comprometidos con nuestra causa. Las personas
mayores somos los que más concurrimos a sufragar. Es cierto que el político
necesita nuestro voto, pero recuerdo algo muchas veces conversado: Para incidir
necesitamos unirnos e identificar lo que nos convoca y con ello elaborar un Plan
Amplio. Diferencias siempre tendremos, el tema es buscar rigurosamente el bien común, estamos llamados
a liderar o al menos a implicarnos en lo que pasa en la sociedad, especialmente
en lo relacionado a los mayores.
Amigos de CODISAM, es verdad que la ida al ex
congreso tuvo sabor a indignidad, pero
no hay mal que por bien no venga. Tuvimos la ocasión de conversar con
otros movimientos. Tengo la convicción que podemos ser un buen aporte aunque
también veo que no será fácil porque hay intereses en juego. Además me asiste
la esperanza que más temprano que tarde se nos concederá paulatinamente los
derechos que están pendientes. Creo que el tiempo de dimensionar la realidad ya
pasó, es hora de buscar soluciones y en
esa búsqueda debe ser escuchado el adulto mayor.
Cuando un pueblo olvida su historia
inexorablemente tiende a repetir sus errores, lo mismo ocurre cuando una
sociedad olvida a sus mayores y niega sus raíces. Las personas mayores son la memoria de un pueblo y
por su experiencia maestros de vida, ésta sola verdad nos constituye en un contundente
aporte.
Me despido cariñosamente de ustedes con las
sabias y balsámicas palabras de Sor
Teresa de Calcuta.
Siempre ten
presente que la piel se arruga,
El pelo se vuelve
blanco,
Los días se
convierten en años,
Pero lo importante
no cambia.
Tu fuerza y tu
convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el
plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada
línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada
logro, hay otro desafío.
Mientras estés
vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que
hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos
amarillas.
Sigue aunque todos
esperen que abandones.
No dejes que se
oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de
lástima te tengan respeto.
Cuando por los
años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas
trotar, camina.
Cuando no puedas
caminar, usa el bastón,
¡ pero nunca te detengas!
Mª Elvira Sánchez M.
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