viernes, 23 de enero de 2015

Colaboración de Ma. Elvira, de PAM Valparaíso



                                         ¡NUNCA TE DETENGAS!

Estas letras tienen la intención de compartir con ustedes algo que seguramente ya saben. El 19 del presente mes fuimos con Oscar  al ex Congreso nacional, atendiendo a una invitación cursada por la Comisión Familia y Adulto Mayor.  Esperamos  hasta que salió la Señorita Secretaria ejecutiva de la comisión y nos avisó que la sesión quedaba suspendida por inasistencia de todos los señores diputados. Me dediqué a mirar  la reacción de nosotros: desconcierto, incredulidad, decepción,  tal vez todo eso junto y más. Vino a mi pensamiento  esa nube gris compuesta de exclusión, discriminación, incertidumbre, inseguridad, vulnerabilidad y  abandono.                                                                                 
He leído hermosos propósitos acerca de las políticas públicas que el Estado, desde hace varios años, desea implementar para sus mayores, pero me pregunto será suficiente un cuerpo legal que nos ampare si ni las autoridades políticas que elegimos para que cuiden de nuestros intereses y de los de toda la sociedad no van a trabajar y aún hoy día no tenemos ninguna explicación. Fue abiertamente una falta de respeto. Se comprende que algunos pueden haber tenido un inconveniente, pero faltaron todos.  Queda claro que en las prioridades del quehacer de la comisión no estamos bien ubicados. ¿será cierto que cada pueblo tiene las autoridades que se merece?. Lo pregunto porque fácilmente olvidamos las faltas que cometen  las autoridades y nosotros merecemos representantes trabajadores, respetuosos,  comprometidos con nuestra causa. Las personas mayores somos los que más concurrimos a sufragar. Es cierto que el político necesita nuestro voto, pero recuerdo algo muchas veces conversado: Para incidir necesitamos unirnos e identificar  lo que nos convoca y con ello elaborar un Plan Amplio. Diferencias siempre tendremos, el tema es buscar  rigurosamente el bien común, estamos llamados a liderar o al menos a implicarnos en lo que pasa en la sociedad, especialmente en lo relacionado a los mayores.
Amigos de CODISAM, es verdad que la ida al ex congreso tuvo sabor a indignidad, pero  no hay mal que por bien no venga. Tuvimos la ocasión de conversar con otros movimientos. Tengo la convicción que podemos ser un buen aporte aunque también veo que no será fácil porque hay intereses en juego. Además me asiste la esperanza que más temprano que tarde se nos concederá paulatinamente los derechos que están pendientes. Creo que el tiempo de dimensionar la realidad ya pasó, es hora  de buscar soluciones y en esa búsqueda debe ser escuchado el adulto mayor.
Cuando un pueblo olvida su historia inexorablemente tiende a repetir sus errores, lo mismo ocurre cuando una sociedad olvida a sus mayores y niega sus raíces. Las  personas mayores son la memoria de un pueblo y por su experiencia  maestros de vida,  ésta sola verdad nos constituye en un contundente aporte.
Me despido cariñosamente de ustedes con las sabias y balsámicas  palabras de Sor Teresa de Calcuta.

Siempre ten presente que la piel se arruga,
El pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años,
Pero lo importante no cambia.
Tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier telaraña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas.
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón,
¡  pero nunca te detengas!



Mª Elvira Sánchez M.

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