miércoles, 6 de febrero de 2019

Cuarta Edad: El reconocimiento de la diversidad en la vejez



Resulta interesante y pertinente que la Comisión Especial del Adulto Mayor aprobara recientemente y por unanimidad el Proyecto de Ley que crea el concepto de “cuarta edad”.


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Por eso, resulta tan interesante y pertinente que la Comisión Especial del Adulto Mayor aprobara recientemente y por unanimidad el Proyecto de Ley que crea el concepto de “cuarta edad” y es que no todos los viejos son iguales ni tienen las mismas necesidades ni los mismos intereses. Al igual que en toda edad, hay diversidad. Y la vejez es mucho más diversa de lo que se piensa, por eso, la idea de segmentar por tramos etarios a la población mayor e identificar las principales características de cada grupo para, a partir de ellas, poder tomar mejores decisiones, diseñar programas más efectivos y dar real respuesta a sus necesidades es una buena noticia.
La cuarta edad hace referencia a las personas de 80 y más años, que hoy en Chile, según las cifras del Censo 2017, son poco más de 489 mil. En un país en el que la expectativa de vida promedia los 86 años para hombres y mujeres, se hace necesario establecer planes, programas, sistemas de cuidado, productos y servicios que se hagan cargo, específicamente, de esta población que tiene características propias distintas a las de la tercera edad, integrada por personas de entre 60 y 79 años.
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Para este grupo de personas, una vez que este Proyecto de Ley se transforme en Ley, se podrán destinar recursos públicos para implementar políticas públicas que las beneficien y que, por ejemplo, promuevan la implementación de centros diurnos para personas con demencia, contribuyendo de esa manera al mejoramiento de la calidad de vida tanto de la persona como de su grupo familiar. También se podrá invertir en campañas de sensibilización, con las que tomemos conciencia de que las personas no por tener más años o vivir con enfermedades pierden derechos o capacidad de decisión.



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Lea, el debate, previo a la aprobación, en el SENADO, me parece interesante destacar la intervención de:

La señora PROVOSTE.- Señor Presidente, el Senador Sandoval insistió en la necesidad de que nuestra Corporación contara con una Comisión especial encargada de estudiar los temas relacionados con el envejecimiento de nuestra población, y ahora estamos analizando una iniciativa que él presentó para cambiar conceptualmente lo que en nuestro país se entiende por tercera edad (hoy cuarta edad) y que debe motivar una reflexión mayor en nuestra sociedad en cuanto al modo de ir mejorando el trato y las condiciones hacia este segmento de la población y para que nuestra legislación vaya reconociendo las dificultades que viven muchas personas que, siendo adultos mayores, o inclusive ya en esta cuarta edad, aún no pueden acceder a condiciones dignas de retiro.

Lo digo, señor Presidente, porque durante esta semana fuimos notificados por el Presidente del Colegio de Profesores de que un docente que estaba esperando su incentivo al retiro, de los miles que hay, murió sin haberlo recibido.
Por lo tanto, creo que iniciativas legales que busquen incorporar conceptos tales como el de la cuarta edad deben ir aparejadas de transformaciones que realmente mejoren las condiciones de vida de nuestros adultos mayores.
Lo resalto porque el Estado tiene una primera y gran responsabilidad: cumplir las leyes.
Cuando aprobamos el incentivo al retiro para los profesores -y aprovecho de saludar a los dirigentes de los asistentes de la educación, para quienes también se aprobó una legislación sobre la materia-, nunca se pensó, ni en la peor de las pesadillas, que aquella iniciativa, tan importante y a cuya aprobación muchos de nosotros contribuimos con nuestro voto favorable, iba a tener que esperar tantos años para poder concretar un legítimo derecho, como es el retiro en condiciones de dignidad para quienes han estado dedicados a la educación, particularmente los profesores y los asistentes de la educación.
Por consiguiente, al momento de discutir una modificación que incorpora el concepto de cuarta edad entre los adultos mayores, resulta importante pedirle al actual Gobierno que acelere el paso para entregar tales beneficios a profesores y asistentes de la educación que, después de toda una vida laboral dedicada al ejercicio de su actividad, cumplieron la edad de jubilación y no pueden pasar a esta llamada "cuarta edad" en condiciones de dignidad, porque aún no les llega el incentivo al retiro que este Parlamento aprobó, siendo que existe una ley y los recursos necesarios para ello.
Señor Presidente, el retraso en la ley miscelánea, producto de que las bancadas oficialistas no dieron la unanimidad para que se pudiera discutir el día de hoy, tiene consecuencias para los asistentes de la educación, porque esa iniciativa, entre otras cosas, extiende el beneficio de las vacaciones para aquellos que trabajan en colegios particulares subvencionados. Yo lamento esta situación.
Me parece bien que el Parlamento avance en temas importantes como este cambio conceptual, pero creo que tales medidas deben estar apoyadas por acciones concretas en nuestra legislación.
He dicho.


SENADO, debate de la aprobación:


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