Cuando un dirigente
social “debe dar un paso al costado”
1)
Primero: es
una decisión totalmente personal. Si cree, realmente, que puede seguir
aportando, pues que siga.
2)
Un dirigente
social si se presenta a una votación, ya sea en su club o a una UCAM, y es elegido,
con mayor razón, que siga. En este caso es la base, la que lo sancionó, ya sea por
ser un líder o buen dirigente.
3)
Y cuando,
sienta, que, a causa de una enfermedad, por ejemplo, que lo invalida físicamente,
no pueda realizar su mandato de forma óptima, basta que en la próxima elección
no se presente o si falta mucho tiempo para cumplir el cometido de su mandato,
puede renunciar. Pero es una decisión personal.
4)
Una de las
cosas que las bases dan importancia a un líder o un dirigente, son las
relaciones con el entorno con el que tiene que hablar, conversar, para que las
decisiones del club o UCAM, sean consideradas por la autoridad. Ello no se logra
de la noche a la mañana, a veces transcurre toda la vida de ese líder y/o dirigente.
Es por ello por lo que un buen dirigente va formando a aquellos que lo van a
reemplazar.
5)
Nadie,
entonces, puede menoscabar o deslegitimar, la gestión de un dirigente o un
líder, que traduce en gestiones hacia la autoridad, lo que la base ha acordado.
Precisamente es lo que tiene que hacer. Ni menos, si lo persona que lo hace, no
pertenece, por ejemplo, al entorno del pueblo, ciudad o región de aquel líder
y/o dirigente.
6)
Pero lo más
importante es que un líder puede llegar a ser un dirigente porque son elegidos
en un proceso democrático como es una elección.
Opinión personal de Oscar
Arévalo B.
Es una cooperación para:
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