Cuando Audrey Davison conoció a un hombre especial
en su asilo para ancianos, quería estar con él.
Sus enfermeras y ayudantes en el Hebrew Home de Riverdale no intentaron
detenerla. Al contrario, le permitieron que se quedara en la habitación de su
novio con la puerta cerrada bajo la “política de expresión sexual” en el asilo. Una ayudante incluso le hizo un
letrero a la pareja, que decía “No molestar” para que lo colgaran en la puerta.
“Lo disfruté y fue un muy buen amante”, dijo
Davison, de 85 años. “Eso fue parte de lo mucho que nos acercamos; tocamos
nuestros cuerpos y nos besamos”.
....
Estos amantes de edad
avanzada se han enfrentado a las nociones tradicionales del envejecimiento y,
en algunos casos, le plantean nuevos retos logísticos y legales a sus familias,
a sus cuidadores y a las instituciones que se han convertido en su hogar.
....
Beverly Herzog, de 88 años, es viuda y dijo que
extrañaba compartir su cama. Su esposo, Bernard, solía acostarse con un brazo
extendido. Acomódate, le decía, y ella se acurrucaba a su lado. “Odio meterme
en una cama fría”, dijo. “Siento que nadie debería estar solo”.
....
Aun así, Eileen Dunion, una enfermera que tiene a
tres parejas en su piso, dijo que animaba a sus pacientes para que se dieran la
oportunidad de tener una relación, pues les recordaba: “Eres mayor, pero aún
puedes sentir calor”. Hace algunos años, sirvió de vigilante para un hombre que
tenía dos novias y jamás lo atraparon. “Hice bien mi trabajo”, dijo Dunnion.
“Las enfermeras pueden tener muchas tareas distintas”.
....
Siga leyendo desde:
Es una colaboración de Administrador, para:
No hay comentarios:
Publicar un comentario